Este tema, que es muy controvertido, no tiene una respuesta fija, sino que depende mucho del caso y, sobre todo, del tipo de intervención.
En el caso de la otoplastia o auriculoplastia, intervención que se ocupa de corregir las orejas despegadas o "de soplillo", la intervención se puede hacer en niños/as ya a partir de los 5 o 6 años de edad, puesto que las orejas ya a esa edad han crecido hasta alcanzar su tamaño definitivo, y además en muchos casos el/la pequeño/a sufre a diario las burlas de otros niños en el colegio, por lo que en este caso la corrección del problema evita problemas psicológicos. Por esta razón, la SECPRE considera adecuado practicar la intervención ya a estas edades, mientras que las demás técnicas de cirugía estética aconseja reservarlas para personas mayores de edad.
En el caso del aumento de mamas, nos encontramos con muchos casos de jovencitas que no quieren esperar para tener un pecho "voluptuoso", pero hay importantes razones para hacerlo hasta que cumplan al menos los 18 años. Por un lado, está la cuestión de la madurez psicológica para comprender en qué consiste la intervención y los cuidados y precauciones que hay que tener después siendo portadora de implantes mamarios (controles posteriores, etc.). Y por otro, el hecho de que la mama se va desarrollando y va aumentando de tamaño desde el comienzo de la pubertad, y puede ocurrir, si se realiza la intervención demasiado pronto durante el desarrollo, que al final de éste la glándula propia haya crecido hasta dar lugar a un pecho excesivamente grande con las prótesis, que quizá no hubieran sido necesarias. Es verdad que el ritmo de cada organismo es diferente, y en realidad no se puede hablar de una edad exacta a la que el desarrollo puberal esté terminado en todas las mujeres, pero como promedio es adecuado considerar los 18 años, que, además, al coincidir con la mayoría legal de edad, zanja a la vez los distintos aspectos a considerar.
Para el resto de las intervenciones, vale lo dicho sobre el tema de la madurez psicológica, y por ello en nuestro centro médico de Sevilla consideramos también el límite inferior de los 18 años. No obstante, pueden darse casos individuales que constituyan excepciones. Por ejemplo, una jovencita con un desarrollo mamario precoz y excesivo que dé lugar a mamas demasiado grandes (la llamada "hipertrofia virginal de la mama"), que son motivo para ella de vergüenza y de sentirse observada y acosada en su entorno por ello. Para estos casos, la Junta de Andalucía, en su Decreto 49/2009 de 18 de abril, dictaminó que toda cirugía estética en menores requiere un informe previo de madurez mental y emocional emitido por parte de un/a psicólogo/a titulado/a, a fin de garantizar que el/la menor está informado/a del procedimiento que se le va a realizar y de su postoperatorio, implicaciones, etc., y que es él/ella quien desea someterse al mismo, sin estar obligado/a o presionado/a por sus familiares.
Dra. Prada